Total crash

Por más que los escucho, más me gustan. O lo uno por lo otro.
La voz de Joe Newman me parece mágica, inhumana, otro instrumento más, incapaz de tener cara.
El moviminto del bajista Gwil Sainsbury cuando toca la guitarra (mira para que lo entiendas http://www.youtube.com/watch?v=ABn8P0MweO0) me descoloca entera. La cadencia de su flequillo y el mástil de su guitarra son una composición perfecta.
Sus composiciones vocales me las imagino de chicos que han pasado horas, días, vidas encerrados estudiando y oyendo músicas antiguas, corales, músicas todas...eso que se llama nerd ahora, los que los hace más encantadores si cabe y para mi el colmo del atractivo.
¿El resultado? Capaz de erizar cada poro de mi piel.
Entonces ¿para cuándo en España?

Que me gusta Cádiz

Pero mucho más su gente.
Que las verdades del banquero no ganaran solo pudo ser porque son eso, banqueros. Pero a letras no les ganó nadie, solo el espectáculo de los de arriba y las ganas de fiesta que tenemos todos.

Esto me gusta por lo mismo que la Semana Santa: lo hace gente, gente corriente. Y porque me ponen los pelos de punta, me emociona, me río...Que me gusta y ya.

¿Verdad o amor?

Anoche en una cena de amigos, la persona más golosa que conozco, Trevor, me pasó su tarta de queso para que yo me la comiera. Estupefacta y sin encontrar explicación posible, más allá de la generosidad que nos mueve cuando alguien nos importa mucho, le pregunté antes de aceptarla:
¿Verdad o amor?
Entonces Pedro, que no se le escapa una, me dijó: ufff eso no lo saques de contexto.
Y yo, ya metida en el juego, le dije: no, al contrario, hay que sacarlo.

Venga valientes, ¿quién se atreve a hacerse el repaso?

Dolor vital