Escena:
paseo del salón
vuelvo a casa por la tarde
cinco o seis coches a lo sumo
con banderas de la república y pitando
no hay jóvenes en los coches, de cuarenta para arriba
(a mi me parece simpática la escena, con ese romanticismo de las causas perdidas por las que si poder pudiera, apostaría -perdón, no doy para más)
señora cincuentona con marido al lado
clase media si es que esto aporta algún dato
me fijo en ellos porque están forcejeando
él para esconderle su mano con el dedo corazón empitonado
ella se resiste
se acabó la dulzura de la escena:ahora me pregunto qué está pasando aquí. ¿de dónde viene esa reacción, ese odio? ¿cómo puede estar todavía tan fresco?
a lo mejor lo entendería si yo hubiera vivido una guerra civil o una postguerra.
debe ser algo que no alcanzaremos a intuir ni de soslayo
mi zona era zona nacional. en mi casa mi abuela contaba que la pasionaria violaba a los niños con 14 años. yo me lo creía aunque me costaba asociar su imagen a la de un ser que es capaz de hacer eso. me lo creí hasta que tuve edad o entendimiento para darme cuenta del origen y el sentido, la razón de ser y la necesidad de tantos bulos y leyendas. y comprender eso no fue mejor. a mi abuelo lo sacaron para fusilarlo. en mi casa, en la cámara, se escondió un hombre que venía huyendo.
pero esto no dejan de ser datos.
si me asomo a entenderlos, no sé cómo la gente lo ha hecho para seguir viviendo.
pero me parece que pasar página sin tener las cuentas al día es imposible: el odio, la rabia latente es una granada.
al principio, pensé que seguro se conmemoraba la república.
luego, por la noche, viendo la tele, salió el tema de garzón: que si que a los muertos hay que dejarlos descansar en paz; que serán los tuyos que no estarán enterrados en alguna cuneta por ahí perdida...y pensé, date este es el tema.
resulta que no, que el 14 de abril es el aniversario de la Segunda República.
pero un tema espolea al otro. y los demonios se han despertado. hay muchas asignaturas pendientes.
olvidar es imposible.
da miedo, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario