No sé si la película merecerá la pena o no. No es el tema. Pero solo este cartel ya la hace buena. es el cartel que tenía que estar en el salón de mi piso de estudiantes, mientras tú, que no exististe, descansabas tumbado en el sofá, pufs por todas partes.
(-espera, yo sí existí
-no, tú no eras)
Cambia y pon a Steve Mcqueen. sí, a eso es a lo que me refiero. ese rollo setentón, que luego viste en los pisos que tú querías habitar, de la gente que querías que hubieran sido tus amigos, de la persona y de la vida que tenías que haber tenido. simplemente porque la pensabas. y si la pensabas es que eras digna merecedora de ella. entonces que ahora me tope con este poster en las marquesinas de los autobuses...ahora que pongo cuadros (que el último poster y quizá el único se lo concedí a James Dean y lo quité hace décadas: 2 es plural, aunque poco) me deja un sabor semihelado, semicongelado, tan semi que no duele. y así las cosas, encontrármelo me agrada. pienso en segundas oportunidas, en revisionar el pasado y hacerlo de otra manera ahora...lo que no se ha vivido antes se vive después. eso ya lo he aprendido.
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