Me han hablado de la Materia Oscura. Me lo han tenido que explicar con la metodología clásica de los Manuales para Mega-torpes. Parece ser que después de tantas fórmulas y tanto avance para abarcar el universo en su dimensión física, los cientificos reconocen que hay una parte descomunalmente grande que no pueden detectar, que escapa a su alcance; pero que infieren de los efectos que esa materia causa en otras materias que sí podemos reconocer y estudiar.
Parece que los cajones estanco ya no funcionan. Una partícula puede estar en dos sitios a la vez. ¿Cómo encajar, cómo formular así?
El otro día un homosexual había escrito una carta al director de un periódico razonando la sandez del papa cuando dice que la homosexualidad va contra natura.El hombre recordaba cuántas prácticas homosexuales se pueden observar en el mundo animal. Si vas al zoo y te fijas, decía. Parece estar demostrado que cuando una especia prolifera mucho, las conductas homosexuales entre los miembros de esta especie animal se multiplican como freno para su crecimiento.
Yo, humildemente reconozco que no abarco a comprender la relación entre estas dos situaciones. Más allá de que se produjeron en el mismo día y que debe quedarnos demostrado que todo, absolumente todo es un caos y está interrelacionado.
Al final solo alcanzaba a sentirme algo inquieta intentado encontrar el nexo de unión entre ambas historias, entre ese caos ABSOLUTO que parece gobernar el mundo pero aún con capacidad de dar cierta respuesta natural y primitiva (hablo de los leones del parque).
En realidad, ese día fue ayer y hoy sigo perturbada y sin respuestas. Lo peor es que el tema me desapacigua tanto porque en mi vida aparece y desaparece (pero es una amenaza constante) la misma proporción de materia oscura que en el universo haya. Y obviamente, esto hace de mi cabeza un caos.
Este caos hace de mi un ser en perfecta armonía con el universo...¡qué paz!
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