Hay carreteras en las que no leo, ni oigo música. Hay carreteras que llenan el paisaje y el tiempo. Y mis ojos y mi mente y mi cuerpo. Que pueden llenar libros que luego van a vivir en nosotros.
Cada vez que atravieso la A-7 dirección San José, pienso en la Trilogía Nocilla.
Cuando salgo de ella siempre escucho la misma canción:
Y pienso que tengo que avisar desde ya: Si alguna vez estás conmigo y suena, ni me mires, ni me toques, ni me hables. No estás, no existes, no importas. Soy yo.
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