Burlándonos de mi no-memoria con mi amigo Pedro (existe, lo prometo) que tanto y tanto la ha sufrido, terminé pidiéndole que como entra dentro de los dados del universo que él me sobreviva, me grave este epitafio:
"Vivió mucho, pero no lo recordaba"
El, que andaba más chisposo, me superó con éste:
"El alzheimer visitó su cerebro; como no encontró nada se fue de rositas"
No reírse: mi capacidad de sorpresa y disfrute es ilimitada. Puedo visitar un mismo sitio dos veces, y solo al final darme cuenta de que yo aquí ya habia estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario