La geometría lo invadía todo hasta que llegó el humanismo:
Quiere un hijo varón y pide que se anule su matrimonio, pero no para casarse con María de Padilla, sino con Juana de Castro (por sus muchos posibles). El lío viene ahora porque durante la misma noche de bodas se produce el levantamiento de Enrique de Trastámara y Fadrique de Badajoz (andamos en el Siglo XIV y España está hecha añicos por todas partes). El caso es que, fuese como fuese, Juana tuvo tiempo de quedarse preñada en tan agitada noche y de hijo varón. Aunque el tema de la paternidad es harto cuestionado ya que los documentos históricos están comidos de tañados, rallados, ahora pongo esto, ahora quito aquello...Pero Pedro ya tenía su hijo que sería su heredero a la postre y ojos que no ven, corazón que no siente, y si te quieres creer algo te lo crees que para eso se inventó la fe.
Pero y ¿qué ha sido de Blanca de Borbón? Pues nada, que se murió o la matarón a los 22 años, los historiadores no lo tienen claro. Si se murió sería de pena y si la mataron fue Pedro, su marido, que por algo pasaría a la historia como Pedro El Cruel.
Para aquel entonces, María de Padilla ya ha muerto y muerto de peste, nada romántico ni fino. A Pedro le dejó 4 hijos y todo su amor. Pedro, ante la muerte de la única mujer que había estado siempre en su vida, lloró y lloró y muerto de remordimientos cristianos declaró en unas Cortes celebradas en Sevilla, que María era realmente su única esposa (en realidad era la única con quien de verdad no se había casado) y que los demás matrimonios no deberían ser válidos. Y el Arzobispo de Toledo, allí presente, dijo hombre pues claro que sí. Declara nulos los enlaces anteriores, proclama a María como Reina, muerta pero reina y legitima a sus hijos. Tan reina que sus restos fueron movidos hasta la Capilla Real de la catedral de Sevilla donde descansan en paz (!!!) al lado de Pedro I el Cruel. Cómo no.
A María de Padilla le mandó contruir estos baños. Yo, por esto, casi le perdono todo:
De la pobre María qué decir: en vida fue acusada de brujería y otras virtudes así por parte de los hermanastros de Pedro: Fadrique, Tello, Enrique de Trastámara, quienes junto con su madre María de Portugal (madre común de todos, también de Pedro) fueron sus peores enemigos e hicieron de ella el blanco al que dirigir los ataques contra Pedro. Sin embargo ella solo supo querer a Pedro, si bien no se han encontrados documentos que acrediten cómo ni por qué. Lo esperaba callada y amorosa cada vez que volvía de estar con sus esposas o sus amantes, las habituales y las ocasionales. Intercedía para que no fuera tan hijoputa y cabrón a la hora de ceñirse con presos y dar muerte al enemigo. Cuando Pedro se casa con Doña Juana de Castro, María totalmente destrozada pide permiso al papa para crear el Monasterio de Sta. Clara y encerrarse allí. Pero cuando Pedro repudia a Juana y pide que vuelva con él, le falta tiempo para volver...En fin que esta pobre no se había pasado por la calle de la Bella Susona.
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