Facultad de Filosofía y Letras en plena Judería |
Luego de terminar el trabajo, mi compi y yo nos fuimos en busca de pitanza con la que saciar el desmayo de las dos y pico de cualquier tarde.
Y ahí le dimos:
Nos vamos a unas callejuelas que habíamos recorrido antes con el guía TerryFromLiverpool, entrando por la muralla. Un rincón de esos con encanto. Dejo constancia del sitio:
Las callejuelas en las que se adentraba ese arco te transportaban en el tiempo. Eso era lo más lejos en la historia que yo había llegado, hasta que en lugar de seguir atendiéndonos aquella camarera rubia que podía ser de cualquier sitio de la península, se corporiza enfrente de mi santo varón. Que creo que no nos miró de frente ni una vez. Y yo mirona que por naturaleza soy, porque quiero y aunque no quisiera, no dejo de pensar, jó este nene tiene que ser un rato guapo....y lo sigo mirando...madre mía que perfil, nariz judía, afilada, prominente pero que no hace feo, solo insufla carácter y elegancia, poderío, mucho poderío; piel perfecta, limpia, de un moreno más bonito en invierno que en verano...y ay por dios que se come las uñas, con razón ni nos mira...
y se va
y yo aprovecho para calmarme de mi zozobra
pero aquí está de nuevo
más perfil, solo perfil...y claro, necesitaba la cara entera, la cara de frente, porque aquello no era normal. encima, el nene tiene planta, alto, delgado, con ese tipo de cuerpos que se van abriendo en una espalda grande, de hombros rectilíneos...todavía no lo había visto de frente y ya me preguntaba tú qué coño haces trabajando aquí. y tan tímido: cuando nos habla ni nos mira...se va de nuevo
me salió bordada la jugada sin haberlo pensado, o mejor por ello:
me voy dentro del bar a buscar el baño. No lo encuentro y me quedo ahí en medio del pasillo sin saber para dónde tirar. Y SALE ÉL.
a ver cómo lo explico: después de dos sábados seguidos, 3 horas cada día, oyendo la historia de todas las culturas que han pasado por Córdoba, viendo restos ingentes de cada una de ellas, superpuestos unos sobre otros, NADA, NADA explica tan bien tantos siglos de historia en Córdoba como aquella cara. Ni la bondad de la interculturalidad o la mezcla de razas o la riqueza de tantos pueblos, tan sabios y avanzados aún hoy en día. En esa cara estaba toda la belleza de tanta historia y tantas culturas.
Al baño fui, pero para nada, porque quedé en shock físico y mental mucho rato.
Cuando volví con mi compi, como pude, balbuceando y enredando las palabras, la mandé sin posibilidad de réplica a que fuera a verlo.
Vuelve resoplando y solo atina a decirme que le ha dado las gracias por todo.
¿gracias por todo?, ¿gracias por todo? GRACIAS POR EXISTIR, tenías que haberle dicho.
porque lo digo sin coñas, tenía una belleza con la que tiene que ser difícil vivir, que no lo hace humano, que no admite que yo pueda entender que ronca, que se equivoca, que tiene problemas para llegar a fin de mes, que no supo qué estudiar, no puedo verlo dentro de una rutina, de unas miserias como las que tenemos todos...era una belleza con la que no se puede contemporizar. Entonces, ya con su imagen completa, no es que pensara que qué coño hacía trabajando en un bar...es que no sé qué fin ni destino tiene un ser así...
de verdad, que no es coña.
si no, vas tú y lo ves: Mesón de la Luna 1 - Córdoba
se come de muerte y no es caro...pero a quién le importan esas futilidades ahora????
No podías dejar algo en moro y que yo me fuera a la cama sin saber lo que significa :-)
ResponderEliminarY como buen agapito repelente que soy, ahí va la tradu sin que tú me la pidas:
"Piensa antes de actuar" o más literalmente "El uso del pensamiento antes de la acción".
Ya podías haber preguntao y ahorrarme desempolvar el diccionario, claro que bien visto, desempolvar el Francisco Corriente tiene su gracia, porque es el único diccionario que conozco escrito a máquina, no con fuente "typewriter", escrito a máquina.
Y digo yo, ¿la máxima será para que los perros se lo piensen dos veces antes de alzar la pata?
no hacía falta que te lo pidiera...la tentación era mucha.
ResponderEliminargracias niño repelente, me moría por saber qué cosa era esa